Sobre una piedra inerte,en medio del caluroso desierto del Sáhara,estaba sentado un poeta decepcionado con su propia existencia y entonces,el papiro qué en mano lo tenía,empezó a cobrar vida y rellenar,impetuoso,ese hueco vacío lleno de incertidumbres existenciales:

«¿Qué es el ser?

Una tinta amarilla,azul,morada

Que parpadea en el púlpito;

Un polvo del Cosmos

Arrojado de la álgida tumba;

Olas de voces

Creadas de fibras anatómicas;

Miríada de sabores

Que del éter descienden;

Un puzzle desmedido;

Una onda extensa;

Un campo magnético

Que se atrae alienado;

Un edificio inconcluso;

Un juego de pasos en una velada;

Un verso incoherente

Surgido de un torrente.»

Nuestro poeta resolvió entonces que para conocer a su propia musa,tenía que vencer al miedo,dejar fluir sus ideas,subir las escaleras de la creatividad y crear su propio Universo inalienable.

12 comentarios en “Sentimientos encontrados

  1. Al final las musas están en uno mismo, como bien dices en nuestro propio pensamiento. Somos lo que creemos, lo que creamos, lo que soñamos y lo que vivimos. Todo, de alguna forma nos hace distintos, pero comparables unos a los otros. Al final, todos tenemos a un poeta en nuestro interior. Me encantó leerte.

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