Un cuerpo lívido con ojos tristes,
Con trapos envolviéndole su cuerpo,-
Miraba desde lejos el reloj.
Entre segundos y minutos,
Intenta agitado desterrar su amargura,
Que sutil se esconde.
Escuchando su eco,
Admirando su alma
Que se esfuma entre faroles,-
Reo enjaulado en iconos.
Un Universo solitario…
Que mira con disgusto
Su deshonesto pasado.
La soledad- la única deidad
Que le ama debidamente.