El templo de la muerte te acecha feerico,

Oh,dulce templo

[del silencio].

Almas de tela te atraen mágicamente,

Oh,dulce templo

[del silencio].

La vida sube y baja trágicamente

Sobre tus negras columnas,

Polvorientas por las alas de unas «Señoras»

[del silencio].

Perdido en las frías noches de invierno,

El vikingo busca refugio

-para dormir,

Pero las voces glaciales se desatan,

Sutil le atraen

Y el alma abandona el cuerpo podrido

Lleno de pecados y lágrimas

[del silencio].

Otro peldaño crece tácito

De los candados de la vida desde hace mucho resuelto.

Los antiguos tablones crujen

-se pudren,

Las aguas verdosas,su cálido corazón

-lo congelan,

Y se cae en la extraña niebla

Qué sale de las montañas de hielo.

El templo duerme iluso por su humilde vida.

Tus párpados pesados se caen,

Causados por el ciclo de una vida

[del silencio].

Oh,dulce templo

[del silencio];

Tú ya no existes…

Eres solo polvo perdido en el viento,

Una ilusión qué se materializa,

Qué coge vida,

Qué quiere saborear el dulce polen de la vida.

Oh,dulce templo

[del silencio];

La vida mundana ya no te pertenece,

Ahora tú brillas reluciente

Sobre las llanuras vivaces de la muerte.

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3 comentarios en “El templo del silencio

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